Algunas formas leves de TDAH se pueden controlar a veces con tratamiento no farmacológico, sin embargo, los estudios indican que el tratamiento más eficaz es la combinación de medicación, psicoterapia conductual, entrenamiento a los padres, y apoyo escolar.

Los padres deben buscarse un médico para que evalúe y trate al niño, que tenga tiempo y paciencia para seguir al niño en su desarrollo. Un médico que esté disponible.

Si se está tomando medicación, se deberá hacer un seguimiento médico del peso, talla y analíticas para corroborar que esta todo correcto. A veces puede producir algunos efectos secundarios generalmente leves como la disminución del apetito o del sueño, fácilmente reversibles bajando la dosis.

Debido al déficit que tienen en las Funciones Ejecutivas tienen problemas para nombrar y controlar sus emociones e impulsos. Por tanto es fundamental una intervención psicológica en donde se trabajen las habilidades sociales, la reflexividad, la autoestima y el control de sus emociones para poder mejorar estas áreas.

La comunicación entre padres, médicos, psicólogos y personal docente debe ser fluida y coordinada, para presentar todo el equipo una idea homogénea al niño, y no existan fisuras o desacuerdos con respecto a su diagnóstico y posterior seguimiento y tratamiento.