Lo primero que debemos hacer es informar al centro escolar de que tu hijo tiene TDAH y pedir que se le realice una valoración psicopedagógica por parte Equipo de Orientación escolar, lo cual es imprescindible para obtener la valoración de “alumno con Necesidades Educativas Especiales”. Dicha valoración supone que estos alumnos reciban los apoyos necesarios dentro y fuera del aula para que puedan alcanzar los mismos objetivos que el resto del alumnado y sus respectivas adaptaciones curriculares ya sean significativas y/o no significativas.
Es recomendable mantener con el tutor citas regulares (cada 2 o 3 semanas), solicitando la hora con antelación (en la primera cita dejar fijada la siguiente). No pasar de tres semanas, sobre todo al principio del curso. Hay que contar con que nos pueden coincidir con vacaciones y puentes con lo que a veces serán las citas con un espacio de tiempo de un mes. Acordar con él realizar también un seguimiento con el resto de profesores para ver cómo va evolucionando en las diferentes asignaturas.
Para cada cita debemos tener en cuenta:
- Planear conjuntamente unos objetivos realistas tanto para padres como para profesores para llevar a cabo entre cada cita. Pocos pero alcanzables. Ir aumentando objetivos según se vayan cumpliendo.
- Tener un cuaderno o agenda donde quede reflejado los objetivos planeados conjuntamente y si se están cumpliendo o no. Centrarse en las soluciones y no en los problemas.
- Si no se cumpliera alguno de los objetivos analizar el porqué e intentarlo hasta la siguiente cita.
- Pedir un informe verbal de todos los profesores sobre la conducta del niño, rendimiento académico, estado emocional y relaciones con sus compañeros y profesores. Reflejarlo también en el cuaderno o agenda.
Hay que trabajar conjuntamente y valorar el trabajo realizado por ambas partes. Los profesores deben de saber que tu estas ahí para ayudar a que tu hijo mejore y asegurarte que el colegio pondrá la voluntad y los medios necesarios para ello. Si pasado un tiempo razonable, los problemas que pudiera haber con el niño no mejoran y se comprueba que el profesor no cumple los acuerdos, nos podemos dirigir al director del colegio y en último recurso al inspector de zona.
Adaptaciones curriculares significativas y no significativas
En las adaptaciones curriculares significativas se modifican:
- Los objetivos
- Los contenidos
- Los criterios de evaluación
En este caso habrá que estudiar muy bien al niño para aplicarle las adaptaciones específicas que requiera.
En las adaptaciones curriculares no significativas se modifican:
- La metodología
- La organización
- Lo ambiental
- Las ayudas.
Adaptaciones curriculares no significativas
Os indicamos algunas adaptaciones posibles.
- Comprenderle y ayudarle, tener una relación positiva entre el alumno y el profesor.
- Hacerle participar en clase.
- Mostrar interés cuando está trabajando en su mesa. Acercarse a su mesa habitualmente.
- Preguntarles habitualmente, que salgan a la pizarra, así conseguiremos que esté más atento.
- Supervisión constante, mirarlo a menudo, encontrar una consigna como tocar su espalda.
- Si la tarea es muy larga, fragmentarla.
- Captar su atención buscando estrategias mediante el contacto físico y visual.
- Anticipar y prevenir situaciones que puedan presentar problemas.
- Supervisar de manera especial en los exámenes, darles más tiempo y realizarlos orales si lo requiriese.
- Asignación de los deberes y tareas en un formato simple y claro.
- A la hora de trasmitirles los deberes en vez de escribirles en la pizarra, es mejor darles fotocopias. En los exámenes, es preferible entregarles unas fotocopias con los ejercicios.
- Si hay alguna descripción que queramos que se aprendan y que no está reflejada en el libro debemos asegurarnos que la tengan escrita en el cuaderno o en los márgenes del libro.
- Realizar periódicamente entrevistas individuales con el alumno, de seguimiento y motivación de su trabajo.
- Situar los pupitres de modo que se reduzca la dispersión.
- Sentarle en un lugar tal que le podamos tener vigilado, lejos de distracciones y de las ventanas y junto a compañeros en los que se pueda apoyar.
- Elegir un delegado de los deberes, que se encargue de anotar fechas importantes (exámenes, entrega de trabajos…)
Generalmente, los niños con TDAH solo requieren adaptaciones curriculares no significativas.